Una operación de Bypass Gástrico compleja, vivida desde dentro. (4ª parte)

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(Seguimos con la operación de Bypass Gástrico, sólo para lectores interesados en aspectos técnicos y poco aprensivos)

La operación está bien encaminada y el ambiente es de concentración y buen ánimo. La Dra. Saiz va controlando los parámetros del monitor de anestesia, a pesar de que está repleto de alarmas que avisan inmediatamente, si los parámetros cardíacos y respiratorios se alterasen. Denise revisa el material quirúrgico de la mesa de material quirúrgico, y va pidiendo y preparando el material de la siguiente fase de la operación.

Readaptamos la cámara y la óptica al nuevo lugar de trabajo, y modificamos la posición de la mesa del paciente, aumentando el trendelemburg (bajar la cabeza a la vez que se suben los pies).

Introducimos las pinzas de disección a través de los trócares, y buscamos el primer asa de intestino delgado, justo debajo del meso del intestino grueso. El abdomen es enorme, y “nunca llegamos” al lugar que necesitamos; se encuentra debajo de un meso enorme, muy redundante y repleto de apéndices epiploicos del colon. Por fin damos con el primer asa de forma inequívoca, y vamos avanzando, contando de 5 cm en 5 cm, con la ayuda de una marca que tenemos en las pinzas de disección. Cuando llegamos a 100cm, comprobamos si el asa llega hasta arriba, hasta la parte alta del estómago.

Le cuesta un poco.

– ¡Más Trendelemburg!, por favor.

Todavía no llega al estómago sin tensión.

Bajamos suavemente el estómago, que tiende a posicionarse hacia arriba y a la izquierda por la deformidad diafragmática, y vemos que con esa maniobra llega perfectamente!

Alegría en el equipo.

– ¡Estupendo!, el asa llega sin problemas. ¡Continuamos con el Bypass!

– EndoGía 60–2,5.

Con la endoGía, grapamos, sellamos y seccionamos el asa de intestino delgado a nivel de los 100cm.

Un asistente sostiene el extremo proximal, mientras yo sigo trabajando con el extremos distal, y vuelvo a comenzar la cuenta de las asas de 5 en 5 cm.

– 5, 10, 15, 20… En esta ocasión las asas que vamos midiendo, se van ordenando en una parte distinta del abdomen.

Hasta hace sólo 4 años, no realizábamos la técnica de Bypass Gástrico en pacientes con doble o triple obesidad mórbida, por su complejidad técnica, y tampoco casi ningún equipo en España.

Realizábamos la técnica de Tubo Gástrico como un primer paso, planificando la operación de Bypass Gástrico en un segundo tiempo, en el caso de que el paciente no perdiese todo el peso que necesitaba. En esta segunda fase, el Bypass ya sería técnicamente muy seguro, gracias a todo el peso que habría perdido con la primera intervención.

Este método de realizar las operaciones en pacientes muy complejos, en dos tiempos quirúrgicos, es el que siguen utilizando la mayoría de equipos de cirugía bariátrica. Sin embargo, nos propusimos el reto de tratar este tipo pacientes realizando desde el principio la operación definitiva, evitando así que el paciente se viese sometido a dos operaciones, y lo conseguimos!.

La labor fue de todo el equipo, porque lo primero que tuvimos que mejorar fue, la preparación preoperatoria, que pasaría de 3-4 semanas a 8-10 semanas. Esto cambiaba totalmente la percepción de dificultad del paciente; no es sencillo estar a dieta exclusivamente con sobres de suplementos alimenticios durante 2 meses o más. Esto ponía al paciente “al límite de sus fuerzas”. Muchos no teníamos claro que el paciente lo fuese a conseguir. Así que tuvimos que mejorar nuestro protocolo de asistencia nutricional y especialmente la asistencia psicológica y de nuestra enfermera Coordinadora Inma, siempre dispuesta al otro lado del teléfono, para con afecto y ánimo hacia los pacientes, evitar el desánimo de los paciente, y que finalmente consiguiesen pérdidas de peso preoperatorias que no tenían nada que envidiar a los conseguidos mediante un Balón Intragástrico. Además, fuimos comprobando con pasos seguros y minuciosos en la técnica quirúrgica, que estábamos perfectamente capacitados para esta compleja intervención; sólo necesitábamos un poco más de tiempo, y eso no nos importaba, ni perjudicaba mucho al paciente

– 160, 165, 170…, aquí las asas ya están muy tensas y afinadas!. Hemos de intentar movilizarlas antes de seguir con la medición!

Reposicionamos las asas distales, aumentamos un poco el Trendelemburg, y conseguimos llegar hasta los 200cm programados.

– ¡Hemos llegado bien!

– Punto de vicryl de 3/0

– ¡Gancho de coagulación!

– Dilatador.

– EndoGía 60–2,5.

– Punto de PDS 3/0 para cierre del orificio remanente.

– Punto de Prolene 2/0…

Y vamos ejecutando, como siempre concienzudamente, lo que llamamos el “pie de asa”, donde conseguiremos que los alimentos provenientes del nuevo y pequeño estómago, y después de pasar por los metros de asa alimentaria, se mezclen con los jugos gástricos, biliares y pancreáticos, comenzando la absorción de nutrientes a partir de ese momento.

– ¡Todo perfecto!. Vamos a la fase gástrica.

Momento de pequeña relajación en el equipo.

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